Modo claro/ Modo oscuro

lunes, 18 de mayo de 2020

Reencarné como una piedra - v1 - capítulo 9

9 - Habilidad oculta


Rodaba con un monstruo detrás… Concretamente, una iguana de piel roja con cuernos que escupía fuego. Quizás sería mejor llamarla salamandra pero…


[Iguana volcánica: Un enorme lagarto de fuego capaz de respirar llamas a su voluntad.]


Estado:

Nombre: — 

Especie: Iguana | Raza: Iguana volcánica

Nivel: 25

PS: 603/603 | PM: 723/723

_________________________


… pero lo que dice Helpy va a misa. Aunque basándome en su nombre, no entendía qué hacía esa cosa en medio de la jungla en lugar de un volcán.


¿Por qué me perseguía? ¿Me había visto pasar y me estaba atacando por eso? En realidad no...


«Corre, corre, ¿acaso no eres capaz de alcanzarme?»


Quien le había pasado por delante con toda la intención de ser perseguido fui yo.


«Vamos antorcha reptiliana, ¡corre un poco más! Inútil, que eres un inútil.»


A pesar de no poder escuchar mis provocaciones, parecía estar enfadándose cada vez más por no poder alcanzarme. Ese era mi objetivo. Finalmente me paré en seco y me quedé mirándolo. Llamas intensas salieron de sus fosas nasales al probablemente pensar que por fin alcanzaría a su molesto objetivo.


«¿Vienes de una vez o qué?»


No redujo ni un poco su carrera. Se lanzó encima mío y... desapareció delante de mis ojos.


[Has obtenido 6084 de experiencia.]


[Tu nivel ha subido a 10. A causa de tu especie, las estadísticas no suben.]


«Puff, por fin.»


Estado:

Nombre: Pedro Grava 

Especie: Piedra mágica | Raza: — 

Nivel: 10 | Experiencia: 4905/11524

PS: 60/60 | PM: 93/120 | Pozo de maná: 81/400

_________________________


Llegué al nivel 10. Alcanzar los dos dígitos costó más de lo que había imaginado. Al principio subía como la espuma. Matar un solo monstruo me hacía subir mínimo un nivel o incluso dos. Sin embargo, subir del 9 al 10 costó ya un poco más… Y eso sin contar que el simple hecho de encontrar un monstruo al que realmente pudiera enfrentar no era algo que se pudiera considerar “fácil”...


«El coste de experiencia se está disparando un poco. He estado matando monstruos que parecen ser dos grados superiores a mí y me superan por casi veinte niveles, aun así me está costando un poco subir. No quiero ni imaginarme cuánto le cuesta a alguien que enfrente monstruos de su mismo grado y nivel.»


Me acerqué lentamente hacía donde un momento antes se encontraba mi perseguidor, un enorme agujero excavado en el suelo de la jungla. El monstruo estaba dentro, empalado entre afilados pinchos de roca.


«Al final la inteligencia le gana a la fuerza de verdad.»


Moldear tierra me permitía no solo controlar la tierra, sino también las rocas y darles la forma que quisiera. Era un truco simple, pero terriblemente efectivo en mi situación. La trampa caería bajo el peso de un enorme monstruo, pero no bajo mi triste peso que probablemente ni llegaba a los dos kilos.


«Con esta artimaña incluso podría matar a un héroe tramposo, je je.»


Podría haber llenado el lugar de agujeros y siquiera molestarme en recordar dónde hice cada uno… pero eso no tendría sentido alguno… Necesitaba usarlos con cabeza, o al final se volvería en mi contra de un modo u otro. Preferí reutilizar el mismo agujero unas cuantas veces, cosa que había dejado ese hoyo lleno de cadáveres de distintos monstruos.


«Bueno, no creo que sea un peligro dejar todo esto aquí amontonado. En realidad creo que le estoy haciendo un favor al ecosistema vegetal. Sí, monstruo muerto, abono pal huerto.»


¡Craaaaaa!



Y mientras empezaba a tapar de nuevo el agujero un estridente graznido alcanzó mis oídos…


«¿Qué fue eso?»


Quedé completamente congelado y miré hacia su procedencia. Volando por encima de los árboles, un feo y colorido pájaro parecido a un pavo real pasaba por la zona. En sus garras cargaba el cadáver de un monstruo aún sangrante.


Me escondí un poco entre la maleza y me esperé a ver su reacción. Aterrizó justo al lado del agujero y se puso a rapiñar los cadáveres que alcanzó de dentro del agujero. El muy cabrón empezó a darse un festín a mi costa.


«Jodido pajarraco, ¡no te aproveches de mi esfuerzo! Al menos cae en el agujero tu también… Helpy, enseñame qué es esta cosa.»


Estado:

Nombre: — 

Especie: ??? | Raza: ???

Nivel: ??? 

PS: ??? | PM: ???

_________________________


«¿Eh? ¿Qué te pasa, Helpy? No me digas… ¿No puedes obtener información de esa cosa?»


A duras penas llevaba una semana en este mundo y no conocía casi nada sobre él. Sin embargo, era la primera vez que me encontraba un monstruo al que Helpy no podía analizar.


«Por favor, no me digas que te rompiste. ¿Por qué no puedes ver absolutamente nada de ese monstruo?»


[Imposible sacar información de objetivos 3 grados superiores al tuyo o de 30 niveles más que tú.]


Me alegré de que Helpy no se hubiera roto, pero sentí temor ante esa cosa. No tenía manera de saber cuán fuerte podía ser. Eso me aterraba más que la posibilidad de tener que enfrentar a un enemigo superior al nivel 40.


«Vale, calma Pedro, calma. Piensa racionalmente… Absolutamente todos los enemigos que encontraste en este piso están entre el nivel 20 y el 35. Por lo tanto no tiene lógica que exista un monstruo cuyo nivel los supere exageradamente. Eso solo deja una opción, este pajarraco me saca tres grados como mínimo…»


Por supuesto, no tenía lógica un monstruo con un nivel mucho mayor al de los demás, pero lo que sí la tenía era que existiera uno algo más difícil de vencer que el más fuerte de los comunes, un jefe de piso.


No había sido capaz de encontrar la entrada, escaleras, agujero, o lo que fuera el camino hacia otro piso, pero si existía un guardián de piso, ¿no sería lógico que fuera quien lo protegía?


«Me pregunto si debería intentar avanzar ya o quedarme aquí hasta subir un poco más de nivel...»


Era una cuestión difícil. Solo había subido cinco niveles, pero mis ansias de salir de la mazmorra me superaban… y eso que solo llevaba allí unos míseros dos días… No obstante, teniendo la oportunidad tan cerca…


«Bah, luego lo decidiré. Por ahora lo que debo hacer es seguir a esta cosa para ver si estoy en lo cierto.»


Perseguí al pajarraco por toda la jungla hasta llegar a una gran cueva. Esperé a que entrará hasta lo más profundo y después me adentré yo sigilosamente. Poco a poco, las paredes de la cueva empezaron a cambiar hasta volverse de ladrillo en lugar de piedra. Era el mismo tipo de ladrillo brillante que vi en la entrada de la mazmorra.


No tardé en llegar a una sala mucho mayor. El techo estaba a una altura de cuatro pisos. Suficiente para que el pájaro volará con facilidad, aunque no con libertad absoluta.


«Lo sabía, estaba en lo cierto.»


En medio de esa sala estaba ese monstruo, que después del atracón se había acostado, y detrás suyo las escaleras hacia el siguiente piso.


«Esto sí que es un golpe de suerte como ninguno. Bien, pasaré mientras está roncando.»


Intenté adentrarme en la sala sin hacer ruido… pero en el momento en el que entré, las escaleras fueron bloqueadas por una puerta... la entrada también.


«Mierda… Debí prever esto… ¡Soy idiota!»


Ante ese evento, el pajarraco levantó su cabeza, con el pico aún ensangrentado por su anterior comida, y empezó a buscar por la sala como loco. No tardó en fijar la vista en mi posición y entrecerrar los ojos con enfado. No entiendo cómo se dio cuenta de que no era una piedra más de la sala.


«Esto… No quería molestarte mientras dormías… Tú sigue… si me abres la puerta me iría ahora mismo…»


¡Craaaaaaaaaaaaaaaa!


Abrió las alas de par en par y vino corriendo hacia mi posición. Al alcanzarme empezó a picotear con fuerza hacia el suelo. Rodé desesperadamente hacia un lado para apartarme de sus constantes picotazos.


«Basta, no, suficiente. ¡Paraaaaaaaaaaaaaaaaaa!»


Parecía una gallina picoteando el suelo en busca de comida… el problema era que la comida resulté ser yo.


«¡De verdad, no seas tan idiota de intentar comerte una piedra! ¡No soy sabroso!»


Cada picotazo que daba dejaba un agujero profundo en el suelo. Si me conseguía alcanzar estaba más que muerto.


Seguí rodando por el suelo mientras él me perseguía aleteando por lo menos durante más de cinco minutos… Objetivamente, la escena era terriblemente estúpida… ¡pero para mí no! Siquiera tenía tiempo para poder defenderme...


«¡Voy a morir! ¡Voy a morir! ¡Voy a morir!»


¡Craaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!


Se detuvo y me volvió a graznar con fuerza. El sonido resonó por toda la sala. Aprovechando que se detuvo me alejé lo máximo que pude, aunque tuve un mal presentimiento.


«Esto no me gusta.»


Su mirada se volvió incluso más afilada. Dio un veloz aleteo y lanzó algo. Fue tan rápido que no pude reaccionar… Al mirar a mis lados me encontré multitud de plumas clavadas en la pared y el suelo… Típico de los pájaros, lanzar plumas como cuchillas...


«Je, je, fallaste.»


No obstante, casi pude ver como una sonrisa se dibujaba en su cara… Obviamente no se puede ver una sonrisa en un pájaro, ¡pero lo pude intuir!


«¡El muy cabrón se está riendo de mí!»


Enfadado por esa actitud, y aprovechando que ya tenía tiempo para reaccionar, ataqué yo. Mi cañón de maná le dio en toda la cara.


«¿Qué? ¿Te gusta eso? ¡Pues tengo más!»


Volví a disparar consecutivamente. Al ver los disparos que se le acercaban emprendió el vuelo. Eso me complicó bastante darle, aún así, seguí disparando.


[Habilidad Cañón de maná ha subido al nivel 2.]


«¡Ya era hora!»


Por fin, mi única arma a distancia subió de nivel. Su aumento de velocidad fue gratamente notable. Gracias a eso fui capaz de asestar más golpes. No puedo decir nada sobre si aumentó la potencia, ya que me era imposible saber cuánto daño le hacía.


¡Craaa! ¡Craaa! ¡Craaa!


El pajarraco no se quedó parado. Empezamos un intercambio de proyectiles en el que al final quedamos ambos disparando y esquivando sin parar. Era el primer monstruo de toda la mazmorra que había mostrado alguna habilidad. Solo había mostrado una… pero dudaba que fuera la única...


Probablemente, aburrido de nuestra estúpida batalla, aterrizó de nuevo. Le disparé nada más pisó el suelo. Sin embargo, él decidió ignorarlo completamente. Al parecer no le hacía mucho y se cansó de jugar.


¡Craaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!


Ese graznido no vino solo. En el momento en que abrió el pico una ráfaga de viento salió disparada hacia mí. No era simple viento destinado a empujar. No, ese viento cortaba como una cuchilla afilada. Me llevó por delante y me estampó contra la pared. Ese viento cortante fue capaz de romper ligeramente el ladrillo y empotarme en él.


Estado:

Nombre: Pedro Grava 

Especie: Piedra mágica | Raza: — 

Nivel: 10 | Experiencia: 4905/11524

PS: 9/60 | PM: 14/120 | Pozo de maná: 0/400

_________________________


Por primera vez en todo este tiempo miré el estado. Era sorprendente que hubiera sobrevivido a ese golpe directo. Si mi cuerpo fuera de carne y hueso habría terminado hecho carne picada.


«Maldición… Esta no la vi venir… También dejé descontrolado el maná, otro error fatal… ¿Hasta aquí llegué?»


Probablemente ese pájaro intuyo que seguía vivo o quería asegurarse de rematar su trabajo, ya que empezó a acercarse peligrosamente hacia mí. Su pico parecía una lanza afilada que amenazaba con perforar mi inexistente corazón y dar fin a mi corta semana de vida… o como se le quiera llamar.


«No, no me pienso rendir aún. ¡No lo haré mientras me quedé alguna opción!»


Puse toda mi concentración en la escasa tierra que me rodeaba. Lo único que pasaba por mi cabeza era: “Defiendete de su ataque”. “No dejes que te golpee”. “Bloquea, bloquea su carga”.


Mi maná voló en menos de un segundo. La sensación de estar vació me llegó más fuerte que nunca. Aún así, no dejé de concentrarme en el suelo.


«Maldita tierra, aunque no me quede maná, ¡hazme caso, joder!»


Finalmente, como cumpliendo mi súplica desesperada, el piso se levantó. Un muro creció hasta el techo… justo cuando el pajarraco estaba a punto de golpearme.


¡Craaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!


El muro se había levantado justo debajo suyo y se lo llevó por delante. Ambos quedamos atrapados, yo en la pared y él en el techo.


[Habilidad oculta despertada: Trump.]


«¿Una habilidad oculta? Trump… ¿triunfo?»


En el último segundo me acababa de sacar una carta de triunfo de la manga. Mi desconcertada mente aún no entendía bien qué acababa de pasar ni cómo. Por suerte, a diferencia de con las demás habilidades, una pantalla se abrió delante mío con la descripción sin necesidad de pedirlo.


[Trump: Levanta un fuerte y resistente muro de piedra que utiliza el maná del enemigo para ser creado. Cuanto mayor sea la cantidad de maná usado más resistente será y más tiempo tardará en desaparecer. Solo puede usarse una vez cada 7 días.]


Me quedé embobado mirando la descripción. Era como si se hubieran combinado la magia de tierra con la habilidad parasitar para crear una habilidad pensada únicamente para mí.


«Realmente es una carta de triunfo… Por fin una consigo una habilidad tramposa… Aunque tiene tiempo de enfriamiento… bastante alto...»


¡Craaa! ¡Craaa! ¡Craaa!


Los graznidos de ese pájaro me hicieron volver a la realidad. Seguía encima del muro, intentando liberarse con todas sus fuerzas. Cierto, era una habilidad orientada a defenderse, no a acabar con el enemigo.


Estado:

Nombre: Pedro Grava 

Especie: Piedra mágica | Raza: — 

Nivel: 10 | Experiencia: 4905/11524

PS: 9/60 | PM: 3/120 | Pozo de maná: 0/400

_________________________


«Aún no puedo relajarme... Según la descripción, ese muro no durará eternamente y mi maná tardará bastante en recuperarse lo suficiente como para poder seguir atacando, aunque tampoco parece que mis le haga mucho daño...»


La sala seguía completamente cerrada, no tenía manera de escapar de allí sin acabar con el jefe. Era matar o morir, no tenía otra elección. Me levanté hasta el techo con Moldear Tierra, hasta ponerme al lado mismo del inmovilizado pajarraco.


Mis ataques no parecían hacerle mucho daño, pero tenía algo que ningún monstruo era capaz de parar. Aprovechando que no se podía mover empecé a usar Parasitar del mismo modo que lo hice con la araña.


[Experiencia obtenida 16875.]

[Tu nivel ha subido a 11. A causa de tu especie, las estadísticas no suben.]


Tardó bastante, pero al final también terminó muriendo, indefenso como la araña… bueno, dando la suficiente guerra para hacerme sentir ansiedad continuamente... Dejarlo sin PS tardó tanto que Parasitar incluso subió al nivel tres mientras tanto.


«Menuda cantidad de experiencia que me ha dado el pajarraco de las… No hay duda, a diferencia de todo lo que he matado hasta ahora esto era un maldito monstruo de grado superior…»


Las puertas que bloqueaban la salida y las escaleras se abrieron justo en ese momento. El camino al siguiente piso estaba despejado.


«Y lo más seguro es que fuera simplemente de grado 3…»


Rodé un par de veces sin dejar de mirar el cadáver de ese monstruo, camino al siguiente piso. Probablemente me arrepentiría de mi decisión, aún así me dejé caer por los escalones… Lo que me encontré al final…


«Claaaaro, lo más normal del mundo. ¿Qué hay justo después de una frondosa y húmeda jungla? Un maldito sofocante y seco desierto… ¡Un puto desierto lleno de arena!»

1 comentario:

  1. «Con esta artimaña incluso podría matar a un héroe tramposo, je je.» esa gran referencia XD
    Y la habilidad no pudo haber tenido mejor nombre XD

    ResponderEliminar