Modo claro/ Modo oscuro

jueves, 21 de mayo de 2020

Reencarné como una piedra - v1 - capítulo 13

13 - El último piso


Por primera vez descendí sin sentir miedo. Mi intuición me seguía diciendo que el siguiente piso estaría igual de vacío. Lo único que me preocupaba un poco era qué tipo de escenario me aguardaba al final de las escaleras. Aún así, no podía existir nada peor que el anterior.


El sonido causado por mi descenso resonaba en la lejanía. En el momento en que bajé el último escalón vi por primera vez algo completamente distinto a lo que me esperaba y a todo lo que me había cruzado hasta el momento. Me encontré una jungla, un desierto, un glaciar y finalmente una mazmorra normal y corriente.


«Mira por donde, esto sí que es lo que uno esperaría al entrar a un lugar como este.»


Un pasillo recto y oscuro, hecho con los mismos ladrillos brillantes de las escaleras, se extendía delante mío. Me era imposible ver el final, ya que el tenue brillo que desprendían no daba para ver más allá de unos pocos metros.


«Un laberinto como dios manda. Lo sabía, esos biomas no eran para nada normales. ¡Esto es una mazmorra de verdad!»


Empecé a avanzar por ese oscuro pasadizo cuidadosamente. Quizás mi intuición era buena, pero no infalible. De todos modos, hubiera monstruos o no, seguía siendo un lugar peligroso.


¡Clack!


«¿Eh? ¿Qué fue ese ruido?»


Miré al suelo y vi la baldosa que acababa de pisar ligeramente hundida.


¡Fiu!


Escuché levemente el sonido de algo cortando el aire. Al mirar hacia atrás vi una flecha clavada en el suelo, a pocos centímetros detrás de mí. Acababa de pisar la típica trampa que dispara una flecha.


«Me he salvado gracias a mi pequeño tamaño…»


Empecé a rodar de nuevo tras recuperarme del susto de la maldita trampita inútil… hasta que apenas dos metros... después…


¡Clack! ¡Fiu!


… la escena se repitió exactamente igual.


«¡¿Estás de broma?!»


Me aparté hacia un lado.


¡Clack! ¡Fiu!


Volví a avanzar…


¡Clack! ¡Fiu!


Retrocedí en diagonal…


¡Clack! ¡Fiu!


«Me cago en… ¡¿Cuántas malditas trampas hay juntas?!»


Di un salto de más de 10 metros…


¡Clack! ¡Fiu!


«... ¡Aaaaaaaaaaaa!»


Cansado de la tontería, empecé a rodar a toda velocidad, mandando al diablo todo el cuidado con el que había estado avanzando.


¡Clack! ¡Fiu! ¡Clack! ¡Fiu! ¡Clack! ¡Fiu! ¡Clack! ¡Fiu! ¡Clack! ¡Fiu! ¡Clack! ¡Fiu! ¡Clack! ¡Clack! ¡Clack! ¡Clack! ¡Clack! ¡Fiu! ¡Fiu! ¡Fiu! ¡Fiu! ¡Fiu!


Montón de flechas empezaron a dispararse por donde pasaba. Sin exagerar, recorrí por lo menos cien metros con flechas disparándose sin descanso.


«Ah, por fin pararon… ¡¿Quién fue el imbécil que preparó todas estas trampas juntas?! ¡¿Acaso quiere matar a alguien?! Espera… para esto están las trampas… ¡Pero tantísimas juntas superan los límites de la locura!»


Asumiendo que ya había pasado la zona plagada de trampas seguí mi camino… hasta encontrarme con un problema mayor a las molestas flechas inútiles… El camino se dividió en tres, recto y hacia los dos lados.


«Estupendo… ¿Ahora qué?»


Seguir recto no suele ser nunca la opción correcta, así que decidí ir por la derecha. Poco tiempo después el camino volvió a dividirse en dos, recto y a la izquierda. Esta vez giré a la izquierda… para poco después encontrarme otra bifurcación...


«Esto va a ser más difícil de lo que me esperaba. Si sigo así voy a terminar completamente perdido… Ojala tuviera un mapa como en los juegos…»


[Activando mapa.]


Un mapa se abrió delante de mi visión como sucede con el 80% de los juegos de ordenador al pulsar la tecla M… Los demás, o los desarrolladores son unos vagos o directamente no tienen… ¡Por vagos también!


«¿Desde cuándo tengo un mapa? ¡Ah! Cierto, se desbloqueo cuando Helpy subió al nivel 4.»


Sin embargo, el mapa no estaba completo. Solo mostraba los lugares por donde había pasado y el nivel de detalle no era exactamente full HD. No obstante, era más de lo que podía pedir en esos momentos.


«Sin esto habría tardado siglos en superar este laberinto. Con lo poco que llevo explorado y ya puedo ver lo rebuscado que es… Ja… ja… ja… Se va a enterar el creador si lo encuentro…»


Hice pequeño el mapa y lo puse en el lado inferior derecho de mi visión. Sí, tenía esa opción tan conveniente. Fue una lastima que no incorporase también la opción de detección de trampas…


¡Clack!


«Otra vez no…»


Pisé otra trampa y un montón de flechas empezaron a volar desde las paredes… a más de veinte centímetros por encima de mí. Como era de esperar, ni una sola me dio. Esa escena, como la anterior vez, se siguió repitiendo por todo el pasillo.


«Pues nada, venga, tú sigue disparando.»


Esta vez ignoré por completo las trampas y seguí explorando las zonas oscuras del mapa. Poco a poco pude abrirme paso a través del laberinto. Quizás no era exactamente como los otros biomas, pero era prácticamente igual de grande. Tras horas de duro camino aún sentía que no había avanzado casi nada.


¡Clack!


«Sí, sí, tú dispara lo que quieras… Deja de molestar de una ve…»


Sin embargo, de esta trampa no salió ni una sola flecha. No, lo que salió fue un extraño gas verde que enseguida llenó el pasillo.


«Esto es... ¿gas venenoso? Pfffff, po vale.»


Aunque para mí seguía siendo igual de inútil… Seguí por en medio de esa nube de gas sin que me importara lo más mínimo… encontrando aún más trampas...


«Cuando salga de aquí pienso buscar un lugar tranquilo y alejarme de cualquier monstruo o mazmorra una buena temporada… Quizás para siempre.»


No me había vuelto loco de casualidad. Todo lo que me estaba pasando era más que suficiente para ello. Me había mantenido cuerdo hablando tonterías con Helpy, pero siendo realistas, era solo una habilidad. Anhelaba poder tener una charla ociosa con alguien.


«Lo primero que haré será buscar un pueblo. Quiero encontrar humanos y también estoy curioso sobre la existencia de otras razas. ¿Habrá elfos?»


Pero claro, no podría comunicarme con ellos. Por un momento me imaginé en las manos de algún niño siendo lanzado a la cabeza de otro… y eso sería lo mejor que me podría pasar... Teniendo en cuenta que se me había catalogado como monstruo, ¿no me atacarían?


«Na, no creo que nadie tenga miedo de una piedra, ¿verdad? Pero sigue el gran problema de… ¡ser una piedra! Quizás debería abandonar la idea de encontrar civilización...»


Superadas muchas más trampas de gas, fuego, hielo, y montón de tonterías incontables, llegué delante de una puerta. Era la primera puerta que encontré durante las probablemente más de 24 horas que pasé dentro del laberinto. Sentía que tenía que ser el final.


Cuando me acerqué a la puerta unos gruesos pinchos cayeron clavándose en el suelo con un fuerte ruido y bloqueando el camino. Justo después de eso una voz empezó a sonar desde una cara dibujada en la pared.


—$%&*€ $%&*€$%&*€ $%&*€ $%&*€$%&*€$%&*€.


«Eso lo será tu madre.»


Me quedé parado mirándola… No había entendido absolutamente nada de lo que acababa de soltar.


«Mmmm, supongo que esta es la típica puerta en la que tienes que dar la respuesta correcta para pasar… Pues ni sé qué coño acabas de decir ni puedo contestar… Por eso, que te den un rato. Yo sigo adelante.»


Ignoré por completo los barrotes y pasé por la apertura que había quedado entre las partes puntiagudas de estos. No se clavaron por completo en el suelo; dejaron entre ellos espacio suficiente para que yo pasara.


—¡$%&*€ $%&*€$%&*€! ¡$%&*€ $%&! ¡¡*€$%&*€$%&*€!!


«Que sí hombre, que sí. Lo que tú digas.»


Seguí avanzando mientras los gritos de esa cara rara seguían sonando por detrás mío.


«Parece que se enfado… Pues para la próxima pon una puerta sólida, no esta mierda de barrotes.»


La siguiente sala era muchísimo más grande y alta. En el fondo, tenía unas escaleras que subían hasta una especie de trono. Todo parecía indicar que esa era la sala del jefe.


«Y también está vacía...»


Revisé cuidadosamente la sala. Justo detrás del trono, una pequeña puerta daba acceso a otra habitación, en la que no dudé en entrar.


«¿Esto es?»


Era una sala circular no muy grande. En medio de esta se levantaba un pedestal con una extraña gema redonda encima. Su tamaño era como el de un pequeño balón de playa.


«Helpy, ¿eso es lo que creo que es?»


[Núcleo de mazmorra: La parte más importante y a la vez el corazón de toda la mazmorra. Si es destruido la mazmorra desaparece por completo junto a sus creaciones.]


«Lo sabía… Dime, ¿qué pasa conmigo si lo destruyo?»


[Todo intruso es transportado fuera en caso de colapso de la mazmorra.]


«Je, je, jejejejejeje.»


Empecé a reír como un loco y me adentré en la habitación. Me acerque al pedestal lentamente y salté encima, hasta ponerme justo al lado de esa gema. En ese momento ambos hicimos contacto visual entre nosotros. 


«Por fin nos encontramos mal nacido. Hace mucho que te quería ver. Veamos, ¿qué voy a hacer contigo?»


Ese núcleo y yo nos quedamos parados a menos de un palmo de distancia el uno del otro, mirándonos amenazantemente. Nuestras ganas de matarnos eran obvias, aún así ninguno de los dos se atrevía a hacer el primer movimiento por miedo a la fuerza del otro. Se trataba de una batalla mental intensa… O lo que es lo mismo, estábamos dos pedruscos parados uno al lado del otro sin hacer absolutamente nada… Vamos, lo normal entre piedras.


«¿Esta cosa siquiera está viva?»


Estado:

Nombre: — 

Especie: Piedra mágica | Raza: Núcleo de mazmorra 

Nivel: 15 | Grado 1

PS: 75/75 | PM: 150/150 

Estadísticas:

Vitalidad: 0 | Fuerza: 0 | Agilidad: 0 

Intelecto: 0 | Poder mágico: 0

_________________________


Me quedé… un poco más de piedra de lo normal al ver su estado. Me impactó ser capaz de ver todas sus estadísticas, no solo los PS y PM, pero más chocante fue su especie.


«Acaso… Acaso… Acaso… Papá, ¿eres tú?»


Este tipo y yo éramos exactamente lo mismo, dos piedras mágicas. Aunque él también tenía su raza a parte de la especie.


«Papá, todo este tiempo has estado aquí… Yo...yo...yo... ¡te voy a matar!»


Me acerqué por completo y empecé a parasitar todo lo que tenía.


«Una mierda es mi padre. Venga, sufre, sufre, ¡sufre! ¡Incluso así no entenderás siquiera una mínima parte de mi dolor! ¡Por culpa de tu maldita mazmorra he rozado la locura una y otra vez! Je, je, je, jejeje, ¡muere y déjame salir de aquí!»


Seguí drenando hasta que vi el núcleo empezar a agrietarse por todos lados, para finalmente colapsar en mil trocitos pequeños.


[Has destruido un núcleo de mazmorra de nivel 50.]

[Título adquirido: Conquistador de mazmorra (Lvl - 1).]

[Has obtenido 75000 de experiencia.]

[Tu nivel ha subido a 15. A causa de tu especie, las estadísticas no suben.]

[La cantidad de experiencia supera el máximo acumulable por tu especie. Transfiriendo la experiencia restante a la clase.]

[Aprendiz de mago ha subido al nivel 10.]

[Puntos restantes imposibles de repartir, transformándolos en maestría de habilidades.]


Tras adquirir ese título me aparecieron tantos mensajes que siquiera fui capaz de leerlos todos.


«¿Ah? ¡¿Qué es todo esto?! ¡Estado!»


Estado:

Nombre: Pedro Grava 

Especie: Piedra mágica | Raza: — 

Nivel: 15 | Experiencia: MAX

PS: 85/85 | PM: 210/210 | Pozo de maná: 300/400

Clases:

  • Aprendiz de mago: 10 | Experiencia: MAX

Estadísticas:

Vitalidad: 0 | Fuerza: 0 | Agilidad: 0 

Intelecto: 20 | Poder mágico: 40

Resistencias:

  • Demencia: 2

Habilidades:

  • Bomba de maná: 2

  • Cañón de maná: 3

  • Control de maná: 3

  • Rodar: 5

Habilidades especiales:

  • Ayuda: 4

  • Parasitar: 3

  • Pozo de maná: 2

Magia:

Tierra:

  • Disparar piedra: 2

  • Moldear tierra: 3

Habilidad oculta:

  • Trump

Títulos:

  • Agresor interno

  • Conquistador de mazmorra: 1

  • La bomba

  • Piedra errante: 2

  • Piedra pensante

  • Racista

_________________________


«¡¿En serio se consigue todo esto al destruir un núcleo de mazmorra?! Ahora entiendo porque la gente se arriesgaría en atacar mazmorras a pesar de su peligro…»


Mientras seguía mirando mis estadísticas embobado, otro mensaje apareció.


[¿Quieres evolucionar?]


«Anda, otra vez… Bueno, la esperanza de dejar de ser una piedra no se pierde, ¿no es así? ¡Vamos a ello!»


Justo como la otra vez, perdí el conocimiento…


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