Modo claro/ Modo oscuro

viernes, 15 de mayo de 2020

Reencarné como una piedra - v1 - capítulo 8

8 - Tierra eres, tierra controlarás


No tardé en darme cuenta de cuán peligroso era ese sitio. A diferencia de lo que uno pensaría de una típica mazmorra esta tenía su propio ecosistema. Además, a pesar de ser simplemente el primer piso, era sorprendentemente extenso, permitiendo a sus habitantes vivir a su antojo, como si de la misma naturaleza se tratara.


Insectos, mamíferos, aves, reptiles, todo lo que uno podría imaginarse de una jungla existía aquí. No vivían simples monstruos, sino que también había animales y plantas de todo tipo. Es más, se cazaban los unos a los otros de la misma manera que lo hacían los que conocía tanto de la Tierra como los que había visto en este mundo… aunque la mayoría no eran más que simple comida para monstruos...


Mi condición de piedra viviente me ayudó bastante a sobrevivir. Pasar desapercibido no me era tan difícil como imaginé, aunque existían dos grandes problemas. En primer lugar, esos monstruos no parecían discriminar entre animales y piedras. Mientras me tomaran como un simple trozo de roca no me harían nada, pero si se daban cuenta de que tenía consciencia me atacaban sin dudar. En segundo lugar…


[Drosera gigante: Una planta carnívora monstruosa. A pesar de no poder moverse, su enorme tamaño y largos tentáculos pegajosos le otorgan un gran alcance. Como todos los monstruos planta, a menos que su núcleo sea destruido o sus raíces sean dañadas, sus PS nunca llegarán a 0.]


Estado:

Nombre: — 

Especie: Drosera gigante | Raza: — 

Nivel: 34

PS: 567/567 | PM: 783/783

_________________________


«¿Cómo se supone que me enfrente a esto?»


Todos y cada uno de los monstruos que me había encontrado tenían niveles entre el 20 y el 35. Sin embargo, a pesar de haber visto a los monstruos y animales cazándose entre ellos, no vi ni un solo monstruo de nivel inferior al 20… tampoco superior a 35. Eso me hizo indagar un poco en la estructura de la mazmorra. Quizás era una mazmorra invertida, donde los monstruos subían de los niveles bajos tras elevar su nivel.


«Si realmente es la típica mazmorra y los de los monstruos de los siguientes pisos son aún más fuertes ya puedo ir saludando mi tercera vida...»


También estaba la posibilidad de que no tuviera más de un solo piso, separado por diferentes zonas independientes, divididas por nivel. Personalmente prefería la primera, pero eso tampoco sería malo. Sin embargo, al final caí en algo que me hizo retractarme de tales pensamientos. Una mazmorra es un lugar donde se generan monstruos de manera artificial. No sería raro que nacieran directamente con esos niveles tan altos, y existía la posibilidad de que estuvieran estancados o no se dieran experiencia entre ellos.


Helpy tampoco era capaz de darme nada de información sobre el tema. Cada mazmorra parecía ser distinta, con lo que era completamente imposible saber nada de una en concreto. No obstante, no importaba cómo funcionara esta, el resultado final seguía siendo el mismo: yo era un mero nivel 7, indefenso frente a un ejército de monstruos que podrían llegar a tener veinte niveles más que yo.


«Necesito hacerme fuerte, pero... ¿cómo?»


La última vez conseguí matar a esa araña... o cerdo… o lo que fuera... de pura casualidad. Eso no se repetiría una segunda vez y mucho menos tres, cuatro, o las que probablemente harían falta para alcanzar como mínimo el nivel 25.


«Necesito poder… Necesito armas...»


Mi primer pensamiento fue uno bastante obvio. Si tu propio poder escasea, utiliza una buena arma para compensarlo… ¡¿pero cómo mierda una maldita piedra puede empuñar una jodida arma?! Tampoco es como si tuviera una en primer lugar... Depender de veneno para luchar quedaba descartado por exactamente el mismo motivo... ¡Ser una piedra!


«Echo de menos tener brazos… o por lo menos manos… ¡Quiero mis voluptuosos bíceps de regreso!»


Me puse a rodar de un lado a otro, haciendo la croqueta. No tenía un motivo real para hacerlo, simplemente estaba tan frustrado que no se me ocurría nada mejor en ese momento.


[Habilidad Rodar ha subido al nivel 4.]


«¡¿En serio, por esta gilipollez?! Aunque… realmente no es tan raro. He estado rodando día y noche. Solo fue casualidad…»


[Título Piedra errante ha subido al nivel 2.]


«Vale, ¡esto quizás no sea casualidad! Ciertamente, este es el único título con nivel incluido. Me pregunto si tenerlo influirá en algo.»


Abrí el estado y revisé las habilidades. Seguía exactamente igual, con la excepción de haber subido de nivel un par de ellas. Tampoco tenía ningún título nuevo… aunque viendo los que me habían dado hasta ahora me alegré.


«Bien, no podré usar armas propiamente dichas, pero estas también se pueden considerar mis armas. Si no puedo confiar en mi fuerza confiaré en mi inteligencia… Que por lo visto es lo único que tengo…»


Al revisar mis maravillosas y abrumadoras estadísticas fuera cualquier lógica humana, con la capacidad de aterrar a todo ser que las viera… sí, esas con un maravilloso 0 al lado de cada una, caí en algo sumamente importante.


«No importa cuanto suba mi nivel, ninguna estadística mejorará un solo dígito. Lo único que se eleva son mis PS y PM, nada más. Entonces está claro, por mucho que alcance el nivel 20 e iguale al de los monstruos seguiré igual de débil. Podré soportar más daño y el aumento de maná me permitirá aguantar más tiempo en una pelea… ¡Nada más!»


Me sumí en una profunda reflexión. Era innegable que necesitaba subir mi nivel sí o sí, ya que de lo contrario moriría casi al instante en el que fuera golpeado. Tampoco tendría suficiente maná para soportar una pelea que se prolongara demasiado. No obstante no era lo prioritario. No me valdría para nada tener un nivel más alto si seguía sin la capacidad de dañar a mis enemigos.


«Necesito aprender más habilidades… No necesariamente habilidades ofensivas, sino habilidades ingeniosas que me permitan pelear contra enemigos mucho más fuertes que yo.»


Me puse de nuevo en movimientos mientras seguía pensando al respecto. Noté rápidamente como Rodar había mejorado exponencialmente. El consumo se había reducido tanto que casi ni notaba la pérdida de maná. No fue tan exagerado cuando subió del 2 al 3, con lo que imaginé que el título tenía algo que ver. El tema de la movilidad, a pesar de ser mejorable, estaba parcialmente resuelto. Quedaba lo importante, el ataque y la defensa… y no tenía duda alguna de por dónde debería empezar.


«Soy una piedra mágica, la magia debería ser mi fuerte… ¿Probablemente? ¡Decidido!, me volveré un mago… Aunque ya lo soy… Mejor no pensar en ello… Me deprimo solo…»


Me escabullí entre árboles y arbustos, buscando el lugar más despejado de monstruos posible. Sería desagradable y peligroso si mientras entrenaba aparecía un enemigo. Probablemente me faltaría maná y concentración para poder evadir un ataque repentino.


«Me pregunto si a este ritmo aprenderé sigilo...»




...


«¡Gracias! ¡Estaba esperando que saltara el mensaje de verdad!»


Llegué a un buen sitio para entrenar sin aprender absolutamente nada nuevo. Se trataba de un lugar bastante despejado donde probablemente me podrían ver con facilidad, pero al mismo tiempo yo también podría ver a un monstruo con la misma facilidad. Eso sí, me aseguré bien de no tener nada peligroso cerca antes de entrar en acción. Tras revisar atentamente todo y verificar que no se escuchaba sonido alguno me preparé para empezar.


«Perfecto, ¿qué debería aprender primero?»


Empecé a recordar los viejos juegos de rol de mesa a los que solía jugar. Esos donde los magos podían aprender devastadores hechizos… y al sacar un 1 en el dado explotarse a sí mismos junto a sus aliados, haciendo que los compañeros de juego te lanzaran los suyos a la cara… pero no era posible que eso pueda pasar de verdad…¿o sí? Fuera como fuese, los magos podían conjurar desde una mísera bola de fuego a desatar terribles tormentas y huracanes o incluso terremotos. Esa era la magia que quería.


«Me gusta la idea, ¡me gusta!»


Obviamente, no tenía intención de ir directamente a por tales hechizos. Uno tiene que empezar por lo básico. Otro punto importante de la mayoría de juegos de rol es centrarse en algo en concreto, o te sale un truño en lugar de un personaje. Si quieres tenerlo todo terminas no valiendo para nada.


En el caso de la magia es parecido. No es buena idea querer usar todos los tipos de magia que existen. Lo mejor es centrarse en una o dos ramas como mucho, y si luego de dominarlas te da para más, seguir con otras. Lo complicado es elegir por cuál empezar.


«Me pregunto si existirá algo parecido a una afinidad o algo por el estilo… Helpy, preciosa, dime algo al respecto.»


No tengo ni idea del sexo de Helpy, y siendo una habilidad, es incluso cuestionable si tiene. O más bien, es cuestionable la parte en que uno pueda pensar que tiene… pero me siento mejor así, ¿algún problema? Prefieres pensar que la única persona que te habla es un hombre o una mujer, ¿eh?, ¿eh?


[La gran mayoría de seres capaces de usar magia poseen una o más afinidades específicas con algún tipo de magia en concreto. Aprender magia con la que uno es afín es mucho más fácil que aprender las demás.]


«Como pensé. Dime qué tipo de magia hay.»


[Neutral, fuego, agua, viento, tierra, naturaleza, relámpago, hielo, luz, oscuridad, sombra, mental, tiempo, y espacio.]


«Pues no son pocas que digamos... ¿Alguna manera de saber cuál es la mía?»


[Existen herramientas específicas.]


«Entonces nada. Tocará buscarme la vida.»


Era realmente útil tener un manual entero a mi disposición, lastima que no poseyera información tan específica… aunque quizás en niveles más altos sí la tendría. No perdería la esperanza de tener una super Helpy que lo supiera absolutamente todo.


«Veamos, veamos, ¿cuál será mi afinidad? ¿Quizás el poderoso e imparable fuego? El relámpago tampoco estaría nada mal. Ambos son temibles y devastadores elementos. El hielo tampoco sería una mala opción, y ni me puedo imaginar lanzando haces de luz como si fuera un láser. Je, je, je, no puedo decidirme por cuál me gusta más…»


Pero suspiré y me deprimí un poco.


«A quién quiero engañar, todo el mundo tiene clara cuál va a ser mi afinidad… Maldita vida mineral.»


Volví a mirar escrupulosamente mis alrededores, asegurándome nuevamente de que ningún monstruo me rondaba, y me adentré un poco más en terreno despejado de vegetación.


«Supongo que para usar tierra se necesita tierra.»


Ya tenía un buen control del maná. Si mi suposición era correcta, no tardaría en encontrar el truco para la magia.


«Ahí voy.»


Lancé maná directamente al suelo. No había usado la habilidad Control de maná desde que aprendí las otras habilidades, pero aún la tenía fresca en mi mente. La dificultad de controlar el maná fuera del cuerpo no se podía comparar con hacerlo en el interior. Mis PM volaron en cuestión de segundos.


«Nada, ¿eh? De todos modos siento que voy por el buen camino… Sé que va a ser algo arriesgado, pero lo haré igual...»


Aunque fuera peligroso, decidí confiar en mi sentido del peligro y vaciar mi pozo de maná. Al igual que con mis PM, el maná almacenado voló en apenas un par de minutos.


[Habilidad Control de maná ha subido al nivel 2.]


Mi moral subió como la espuma y, como no me cansaba ni necesitaba dormir, decidí pasar todo el día en eso. Al final hasta el pozo de maná subió al nivel 2. Pasé de 200 a 400 de reserva. Si lo anterior me motivó, no quiero ni contar cuanto lo hizo eso.


[Magia adquirida: Moldear tierra (Lvl - 1).]


«¡Por fin!»


Era una magia muy simple que lo único que me permitía hacer era mover la tierra de un lado para otro, ¡pero con algo se empieza!


Estado:

Nombre: Pedro Grava 

Especie: Piedra mágica | Raza: — 

Nivel: 7 | Experiencia: 1901/3415

PS: 45/45 | PM: 54/90 | Pozo de maná: 38/400

Estadísticas:

Vitalidad: 0 | Fuerza: 0 | Agilidad: 0 

Intelecto: 10 | Poder mágico: 20

Habilidades:

  • Bomba de maná: 1

  • Cañón de maná: 1

  • Control de maná: 2

  • Rodar: 4

Habilidades especiales:

  • Ayuda: 3

  • Parasitar: 2

  • Pozo de maná: 2

Magia:

Tierra:

  • Moldear tierra: 1

Títulos:

  • Agresor interno

  • La bomba

  • Piedra errante: 2

  • Piedra pensante

  • Racista

_________________________


Se agregó una nueva categoría en el estado. Por lo visto, el cañón de maná y la bomba de maná no eran considerados magia.


«Y esto es solo el principio. Témeme mazmorra, escaparé de aquí cueste lo que cueste», pensé al mirar el cielo que se asomaba por encima de los árboles que me impedían ver el horizonte.


O eso pretendía hacer, pero… ¿podría salir si llegaba al último piso? La respuesta no estaba clara...


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