Modo claro/ Modo oscuro

lunes, 26 de octubre de 2020

Reencarné como una piedra - v2 - Capítulo 3

3 - Gestión de la mazmorra


Al regresar a casa lo primero que escuché fue un murmuro deprimido de Aeldrya. Estaba de un humor de perros, pero no le parecían quedar fuerzas ni para pelear. Terminamos los tres delante de la mazmorra tranquilamente. La elfa se quedó observando el agujero con los ojos de una persona muerta durante un buen rato antes de hablar con un hilo de voz.


—A ver cómo ocultamos esto. 


—No te preocupes. Con poner un armario delante del agujero para ocultar el pasillo será suficiente.


La entrada real de la mazmorra estaba a unos pocos metros bajo tierra y el agujero en el sótano no era exageradamente grande. A menos que alguien se colara en su casa para buscarlo deliberadamente no sería tan fácil de descubrir.


—Yo no lo veo tan claro... 


—Como sea, vamos a ver qué hay dentro.


Con la rápida aparición de Aeldrya ni yo mismo había tenido la oportunidad de ver el aspecto de la mazmorra recién creada. Estaba bastante emocionado de saber cómo había quedado mi creación.


—Bien, vamos… —se resignó la elfa.


Los tres nos adentramos en la cueva artificial y nos dirigimos directamente hacia la entrada de la mazmorra. Los característicos ladrillos brillantes no tardaron en aparecer ante nosotros. Entramos sin dudarlo, con una enorme emoción en nuestros corazones y lo que nos encontramos fue igual de enorme… enormemente decepcionante.


—¿Esto es todo? —preguntó Aeldrya.


Literalmente no había nada. Era entrar en el estrecho pasillo de la mazmorra y apenas recorrer unos diez metros encontrar una maldita pared.


—¡Pero qué mierda de estafa es esta! ¡Mazmorra!


Mazmorra:

Nombre: Sin nombre

Nivel: 1 | Mejora: 0/20000

Puntos de mazmorra: 5627

Habilidades:

  • Crear entrada

  • Crear monstruo

  • Crear sala

_________________________


«Todo está igual… ¡¿Qué mierda significa esto?!»


Abrí el panel de gestión de la mazmorra. El mapa de la mazmorra se abrió delante mío, hasta mostraba mi posición… pero realmente no había dibujado nada más que ese pasillo estrecho.


—Parece… que me toca hacerla completamente de cero…


—Estupendo… Ahora sí me voy a dormir de nuevo. Por lo que más queráis, no causéis más destrozos…. No más temblores ni nada que pueda molestar ni… ni… ni… Qué más da…


Aeldrya suspiró profundamente antes de empezar a caminar de regreso con los hombros caídos.


—¡Un segundo!


La detuve antes de que diera siquiera dos pasos.


—Antes de irte, ¿podrías darme tu maná?


Los ojos morados de Aeldrya, desprovistos de toda muestra de vida, me observaron un momento. De todos modos, terminó poniendo su mano encima mío sin quejarse y me entregó su maná, que transformé directamente en puntos de mazmorra. Conseguí la magnífica cantidad de… 16 puntos…


—¿Solo eso? ¿En serio tienes tan poco maná?


Me lanzó contra la pared con todas las fuerzas que le quedaban y se fue sin soltar palabra alguna.


—Joder, menudo genio tiene la elfa… En fin, veamos cómo funciona esto.


Con el mapa de la mazmorra abierto, seleccioné la opción de crear sala. Aunque antes de hacer algo definitivo necesitaba conocer cómo funcionaban las opciones.


«Helpy, cuenta sobre esto un poco.»


[Crear sala (10+): Crea o altera una sala dentro de la mazmorra. El coste aumenta por cada metro cuadrado extra.]


«Ahm… Pues vamos a empezar con una pequeña sala de 15 metros cuadrados.»  


Seleccioné la opción y el mapa de la mazmorra se iluminó. Un cuadro rojo que podía mover a voluntad empezó a parpadear. Aunque empecé con 15 metros me era posible aumentar el tamaño o reducirlo con un simple pensamiento y hasta cambiar su forma con facilidad. Lo moví de un lado a otro durante un rato antes de ponerlo al lado del pasillo en el que me encontraba. En el momento que conectó con esta se volvió verde. El funcionamiento no era difícil de entender.


«Se siente como estar jugando a un juego de construcción por bloques… Bueno, empecemos creando la recepción. ¿Que tal cincuenta metros?» 


El cuadro se hizo grande. Lo coloqué justo delante de dónde me encontraba. La pared en frente mío empezó a brillar y en el mapa apareció una bonita barra encima de la sala junto a un contador… Ponía que tardaría ocho horas en terminarse…


«¿En serio? ¿Qué se supone que es esto, un juego de guerra en tiempo real?»


Puesto que tampoco podía hacer nada para cambiar eso, me puse a inspeccionar las demás opciones de la mazmorra.


[Crear entrada (5.000 + 5000): Crea una entrada que conecta con una sala de la mazmorra en cualquier lugar del mundo. Debe ser colocada una entrada tanto dentro como fuera de la mazmorra y luego conectarlas.]


Al seleccionarlo me apareció un simple rectángulo del mismo tamaño que la parte en la que me encontraba. Lo intente poner por todos lados pero su color se mantuvo en rojo. Probablemente no había suficiente espacio en la mazmorra como para crear otra entrada. Bueno, no es como si valiera mucho la pena, al menos por el momento. Tampoco quedaba muy clara la parte de colocar la entrada en cualquier parte del mundo…


«Bueno, si algún día lo intento ya se verá.»


Pasé a la siguiente opción que quedaba.


[Mejora, combierte puntos de mazmorra en experiencia para la mazmorra. Al subir el nivel de la mazmorra se consiguen nuevas opciones y aumenta el rendimiento.]


«Mmmm, supongo que no es mala idea subir el nivel.»


Puesto que tampoco había mucho más que hacer decidí invertir los puntos que me quedaban en eso en lugar de simplemente acumularlos sin sentido. Después de todo, no sabía si había un límite de almacenamiento.


Mazmorra:

Nombre: Sin nombre

Nivel: 1 | Mejora: 5000/20000

Puntos de mazmorra: 143

Habilidades:

  • Crear entrada

  • Crear monstruo

  • Crear sala

_________________________


«Y ahora tengo dos estados distintos de los que preocuparme…. Suerte que van independientemente.»


El contador seguía bajando segundo a segundo, pero seguía tocando esperar ocho malditas horas enteras.


—Limy, parece que no podemos hacer nada más hasta dentro de ocho horas…


Tras mirar de nuevo mi estado y tener en cuenta cómo se conseguían los puntos de mazmorra, decidí que era hora de subir de nivel.


«Si subo de nivel gano más maná, y a más maná más puntos.»


Mi nivel seguía siendo bajo, y el de Limy tampoco era muy alto.


«Esto de subir de nivel es muy molesto, más cuando toca subir el de varias personas a la vez. Ahora que lo pienso, si varias personas se enfrentan a un mismo monstruo, ¿quién se lleva finalmente la experiencia? Si es el que le da el último golpe…»


[La experiencia se reparte teniendo el cuenta el nivel de participación en la lucha.]


… Bueno, era a la vez agradable y decepcionante saber eso. Por lo menos significaba que se podía subir de nivel en grupo, pero dejaba fuera la opción de extorsionar a alguien de alto nivel para que se encargara de dejar a los monstruos medio muertos y darte el golpe final a ti. Sin duda eso era una pena… no podría aprovecharme de Aeldrya.


—¡Decidido! Limy, vamos a cazar un rato. 


—Entendido, maestro.


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