Modo claro/ Modo oscuro

lunes, 26 de octubre de 2020

Reencarné como una piedra - v2 - Capítulo 4

4 - De caza por la noche


Nos escabullimos de la ciudad con mucha facilidad. Puesto que nos interesaba encontrar monstruos, decidimos ir por la parte oeste de Cerbalón, ya que allí se encontraba el río y era la zona con mayor vegetación. No llegaba a bosque, pero tenía suficientes árboles como para pensar que sería el mejor lugar para que habitaran monstruos.


—Limy, tu turno para encontrar enemigos.


En plena oscuridad a mí me era bastante complicado encontrar nada. Me traje a Limy no solo para que pudiera subir junto a mí, sino también para que me valiera de radar. De todos modos, esta vez era yo el que quería subir de nivel, así que ella se mantendría un poco al margen.


—Noto algo por allí.


Limy señaló hacia la oscuridad. Tras acercarnos un poco vi que realmente había algo posado encima de la rama de un árbol. Me costaba de ver, pero parecía ser una especie de búho, uno de más de un metro de altura y unas garras grandes como cuchillas. Su pico, más que al típico pico de un búho, se parecía al de un cuervo y su plumaje era negro con toques rojizos en las alas. Eso, sumado a que tenía un par de cuernos similares a los de una cabra, daba bastante miedo.


[Noctívago alasangre: Monstruo nocturno parecido a un búho. Se especializa en ataques veloces de gran precisión. Sus garras pueden traspasar el cuero con facilidad.]


Estado:

Nombre: — 

Especie: Noctívago alasangre | Raza: —  

Nivel: 13 | Grado 2

PS: 292/292 | PM: 90/90

Estadísticas:

Vitalidad: 56 | Fuerza: 28 | Agilidad: 71 

Intelecto: 20 | Poder mágico: 19

_________________________


—Un grado 2, esto está bastante bien.


El problema de ese monstruo era que volaba. Podría escapar de nosotros con toda facilidad. Por suerte, los monstruos no suelen escapar a menos que estén en su límite. Si le provocábamos un poco, seguro que se lanzaría encima nuestro.


—¿Te apetece un poco de pollo para un desayuno adelantado?


—Por supuesto, maestro.


—Pues vamos a cazar a este pajarraco.


Me acerqué sigilosamente al monstruo, tan sigilosamente como una piedra sería capaz, pero me vio con suma facilidad. No se puede subestimar la vista nocturna de un ave rapaz. Tras verme, bajó un poco el cuerpo y abrió un poco las alas. Momentos después saltó de la rama en la que se posaba y en apenas un par de segundos lo tuve encima. Se paró delante mío y giró su cabeza tontamente, probablemente sin entender qué era lo que estaba viendo… error que hacen todos…


Pronto perdió su interés en mí y levantó su cabeza para fijarse en Limy. Entrecerró los ojos y empezó a abrir las alas, dispuesto a volar directamente hacia ella, pero no dejé que volviera a despegar. Apunté directamente a su cara y le lancé una bola de fuego que lo tomó completamente por sorpresa. Ante el ataque, retrocedió un par de pasos aleteando estúpidamente. Seguidamente me lancé yo mismo contra él, dándole un fuerte placaje. Con eso lo derribé y usé el moldear tierra para dejarlo pegado en el suelo.


Estado:

Nombre: — 

Especie: Noctívago alasangre | Raza: —  

Nivel: 13 | Grado 2

PS: 116/292 | PM: 90/90

_________________________


A pesar de los dos fuertes golpes que recibió no murió, algo de esperarse de un grado 2. Me puse delante de su cara, que aún tenía algunas llamas prendidas y probablemente le habían dejado ciego, y preparé mi ataque más simple a la vez que más fuerte.


—Gracias por tu colaboración.


Tras decir eso disparé mi cañón de maná.


[Has obtenido 1083 de Experiencia.]

[Tu nivel ha subido a 5. A causa de tu especie, las estadísticas no suben.]


—Estupendo, una caza rápida y simple. Hasta subí nivel de una. Vamos a ver si encontramos más buitres de estos.


Limy se comió el cuerpo y nos pusimos a buscar más de estos pajarracos. Encontramos otro con bastante facilidad y lo matamos con la misma que lo encontramos.


[Has obtenido 867 de Experiencia.]


Por mala suerte, después de ese no encontramos más, incluso después de buscar durante un buen rato.


—Parece que no hay muchos monstruos alrededor de Cerbalón… A menos… Nah, no puede haber otro monstruo tipo ese limo que los asuste.


—Maestro, noto algo de nuevo.


—Estupendo, vamos a por él.


—No hace falta ir a por él.


—¿Qué?


Tiempo de decir eso, Limy saltó hacia un lado y noté como algo pasaba por allí simplemente por el ruido y las marcas de garras que dejó en el suelo. Al levantar la vista siguiendo las marcas pude ver una silueta al final. Se giró lentamente y lo único que pude apreciar bien fueron un par de ojos rojos. Para verlo con claridad encendí una bola de fuego y por fin descubrí lo que era.


Se trataba de una especie de perro enorme, de unos dos metros y medio de largo. En su espalda brotaban un par de alas como de murciélago y su cola, más que la de un perro, parecía la de un lemur. Sus patas tenían unas garras incluso más grandes que las de los pajarracos anteriores. Aunque eso era lo de menos para mí…


—Pero mi hijo, ¿qué te ha pasado en la cara? ¿No me digas que te la intentaron arreglar dándote un palazo en el morro? Deberías denunciar a tu cirujano…


Su cabeza estaba a medio camino entre uno de esos perros de mierda llamado pugs, carlinos o como mierda se diga, que tienen el morro completamente aplastado como si al nacer les dieran con una tabla en la cara, y un murciélago deforme, concretamente sus orejas. De su casi inexistente morro salían ocho colmillos enormes, cuatro arriba y cuatro abajo. Nos miraba mientras no paraba de babear por no poder cerrar bien la boca.


 [Bolstgron: Monstruo carnívoro nocturno. Su pelaje completamente negro le permite ocultarse perfectamente en la oscuridad y emboscar a sus presas sin que lleguen a saber qué les atacó. Es capaz de usar magia oscura con facilidad.]


Estado:

Nombre: — 

Especie: Bolstgron | Raza: —  

Nivel: 3 | Grado 3

PS: 2224/2224 | PM: 1739/1739

Estadísticas:

Vitalidad: 112 | Fuerza: 94 | Agilidad: 103

Intelecto: 79 | Poder mágico: 67

_________________________


—Vale, los grado 2 son bastante asequibles, pero un grado 3… ya es otra liga. Limy, esto va a costar un poco.


Esta situación era bastante complicada para mí. Al necesitar tener una bola de fuego ardiendo a mi lado para poder ver a esa cosa me era imposible utilizar otras magias. Lo único que podría usar serían habilidades. Eso me dejó bastante claro con cuál habilidad centrarme en aprender, el multihechizo.


El bolstgron fue el primero en atacar de nuevo. Tras lanzar un fuerte rugido que escupió sus babas por todos lados, cargó contra Limy una vez más. Era rápido, muy rápido. Le disparé un cañón de maná, pero no le conseguí dar simplemente porque en el momento en el que la habilidad estaba por alcanzarlo ya se había alejado de su trayectoria.


Limy no estaba armada en ese momento, así que usó lo único a su disposición, sus tentáculos pervertidos, tomando de frente el ataque del bolstgron. Probablemente nunca esperó encontrarse una niña pequeña con la capacidad de sacar tentáculos pervertidos de la nada, con lo que no pudo evitarlo y quedó atrapado entre unas desagradables y pegajosas ataduras. Aún así los tentáculos no parecían ser suficiente para retenerle. 


—Maestro, no puedo con él.


Empezó a retorcerse y tras dar un par de sacudidas con las que Limy casi sale volando, extendió sus alas y reventó los tentáculos, que salpicaron moco por todos lados. Luego miró a Limy con una mirada que parecía ser la de alguien bastante listo y frenó su ataque.


«¿Por qué se paró? No me digas que…»  

 

—¡Limy, esto es peligroso!


Tuve el presentimiento de que ese monstruo se había dado cuenta de que delante tenía un limo y usar ataques físicos no le serviría de mucho; acerté de lleno. Levantó una pata y sus garras se cubrieron de una energía aún más negra que su propio pelaje. En el momento que dio un zarpazo en el aire, tres cuchillas negras salieron disparadas en horizontal hacia mi pobre niña.


—¡No dejes que eso te golpeé!


Era imposible evitarlo saltando a un lado, con lo que la única opción para evitarlo era…


—¡Lícuate!


Limy reaccionó instantáneamente a mi grito, desplomándose sobre el suelo como una masa de moco azul. Las cuchillas pasaron por encima suyo por apenas un mero centímetro.


No pude esperar más y disparé la bola de fuego al bolstgron. Al notar la luz acercándose giró su cabeza y apartó el fuego con su ala. Otra vez todo se quedó a oscuras, dejando ver únicamente su silueta y sus ojos rojos clavados directamente en mí.


«Tendré que apañármelas a oscuras.»


Estaba claro que ese monstruo era listo y probablemente hasta nos entendía. En tales circunstancias, Limy podría pelear mejor en su forma original y la comunicación sería mejor por telepatía para que no se enterara de nada.


Limy, mantente así. Puedes manejar armas igual, ¿verdad?


Sí.


El pequeño limo extendió un poco su cuerpo y, con un tentáculo, sacó una espada. Yo volví a encender una bola de fuego. El bolstgron nos miró a ambos con bastante indiferencia. Al fijarse bien en la espada de Limy, prefirió enfrentarse a mí. Básicamente estaba diciendo que esa espada no le haría nada… Probablemente así sería.


—Así que vienes a por mí… Mejor así.


Ambos empezamos a correr a la vez. Sus patas dejaron un rastro negro a su paso y su velocidad aumentó considerablemente. Yo usé Impulso en el último momento para apartarme y disparé la bola de fuego justo después de evitarlo. La llama le dio en el costado, pero apenas pareció dejarle una casi inofensiva quemadura. Aproveché que estaba a su lado para lanzar una bomba de maná que lo empujó con fuerza. El bolstgron dejó salir un gruñido más de enfado que de dolor y volvió a cargar contra mí.


Al igual que hizo contra Limy, me lanzó esas cuchillas negras, esta vez en vertical. Levanté un poco la tierra a modo de escudo, pero no fui capaz de pararlas. En realidad pasaron con bastante facilidad a través de la tierra y se dirigieron hacia mí dejando un rastro a su paso. Para cuando creí que me darían, vi como un tentáculo me sujetaba y me apartaba de su trayectoria.


Maestro, ¿estás bien?


Sí, gracias…


El bolstgron aleteó un poco y se situó encima nuestro. En su boca empezó a acumularse energía negra, apuntando directamente hacia nosotros.


¡Sujétate fuerte a mí!


Después de ver que Limy se aferraba bien a mi pequeño cuerpo, salté con todas mis fuerzas para apartarme del ataque que venía. Esa energía salió escupida de su fea y aplanada boca como si fuera el aliento de un dragón. En el lugar que impactó, la tierra salió volando dejando un enorme surco a su paso, siguiendo nuestra huida. Cuando su ataque terminó no volvió a aterrizar, se quedó volando por encima nuestro mientras preparaba otro ataque parecido.


«Mierda, si sigue volando no podremos atacar bien…» 


Estando parado al lado de Limy, me fije en la espada que tenía. Era una espada vieja que había guardado hace tiempo. Si la bomba de maná no le hizo nada a esa cosa, esa espada menos, y tampoco es que valiera de mucho si ni siquiera podía alcanzar a su objetivo.


«Una espada vieja…»


Limy, ¿te apetece aprender a volar?


¿A volar?


¡Sujeta la espada encima mío! ¡Vamos a lanzarle un misil!


Como le dije, Limy levantó la espada por encima de mí. Cargué una bala de aire y la disparé directamente al pomo de la empuñadura. Ante el fuerte golpe, la espada salió como un proyectil, directamente hacia el bolstgron que volaba por encima nuestro.


—¡Chúpate esta!


Al ver la flecha improvisada, se apartó desesperadamente y la consiguió evitar por poco. Tras dedicarme una mirada de puro odio empezó su descenso en picado.


—Y el pronóstico del tiempo de esta noche es… ¡lluvia terrosa!  


El bolstgron no se dio cuenta que el pequeño limo ya no estaba a mi lado.


¡Ahora, Limy, suéltalo todo!


Limy había salido volando junto a la espada y se encontraba encima suyo.


Entendido.


Ante mi orden, mientras caía, Limy abrió su espacio interno y vació todo lo que habíamos recogido durante la construcción de la nueva sala secreta favorita de Aeldrya. Kilos y kilos de tierra y piedras se precipitaron a toda velocidad hacia el suelo.


—Deberías saber algo, donde cae una piedra, ¡la siguen muchas más!


Volví a apartarme con un gran salto y fue en ese momento cuando el bolstgron se dio cuenta de que algo estaba detrás suyo. Se giró a tiempo para ver como todo es monton de piedras y tierra le caía encima. El sonido del derrumbe artificial hizo eco en la noche y el polvo se levantó por todos lados. Limy cayó justo después, pero como limo que era, no se hizo daño alguno y volvió a mi lado como si nada. Cuando por fin todo se asentó, me acerqué al montón de runa junto a Limy de vuelta a su forma humana.


—¡Ojalá renazcas como una piedra!


La experiencia de esta muerte realmente se repartió entre nosotros dos… aunque la mayor parte se la llevó Limy… Bueno, eso tampoco era tan malo.


«Joder, no hay muchos monstruos cerca de la ciudad, pero son exageradamente fuertes… Ahora entiendo por qué nadie sale de casa por las noches. Entre estar oscuro y encontrarte monstruos de grado 2 de más de nivel diez e incluso grado 3… Las noches son peligrosas, lección aprendida. Aunque también podría usar esto a mi favor...»


—Vamos a recuperar el cuerpo por si acaso. Este no te lo comas, preguntemos antes a esa elfa pervertida si podemos sacar algún material útil de él. De paso, un núcleo de grado 3 tiene que ser valioso.


—Entendido.


Sacamos al bolstgron de debajo los escombros y regresamos a casa cuando el sol empezaba a salir. Al llegar, Aeldrya ya se había levantado y nos esperaba con ojeras.


—¿Dónde estabais?


—Salimos a cazar un rato.


—Cazar… por la noche… ¿Cazar qué?


—Bueno, conseguimos esto.


Limy sacó al bolstgron delante suyo. La cara demacrada de Aeldrya empezó a tener espasmos como la vez que vio la mazmorra.


—Cazasteis un bolstgron vosotros solos... durante la noche…


—Sí, ¿qué pasa con eso?


—¡Estas cosas son peligrosísimas! ¡La mayoría de la gente que se cruza con uno muere sin saber siquiera qué los mató!


—Bueno, admito que sufrimos un poco… De todos modos, ¿podemos aprovechar algo?


—Sin duda podemos...


Dio un gran suspiro y, tras sacar un cuchillo, se puso a su trabajo. Por mi parte volví a la mazmorra. Las ocho horas ya habían pasado.


«Veamos cómo quedó la cosa. Querida mazmorra mía, ¿creciste grande y sana mientras no estaba?» 


Abrí el panel de control y vi el estado de la sala. Tiempo restante: 7:52:32. No había bajado ni un minuto desde que me fui.


—¡¿Qué mierda está pasando aquí?!


[En el momento que el núcleo de la mazmorra la abandona, ésta queda completamente inactiva.]


—Helpy, amor mío, nunca me cansaré de decírtelo con todo mi amor….. ¡¿POR QUÉ MIERDA NO ME LO DIJISTE ANTES?!


[No preguntaste.]


—¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!


< Anterior - Index - Siguiente >

0 comentarios:

Publicar un comentario